Si has oído hablar de la piel sensible, atópica y alérgica pero no sabes realmente cuál es cuál y cómo diferenciarla te contamos las características de cada una de ellas.
A qué llamamos piel sensible
La piel sensible es aquella que suele tener una respuesta exacerbada en situaciones de total normalidad y que serían toleradas por las pieles normales. Tienen un umbral de sensibilidad mayor y las terminaciones nerviosas a nivel de la piel son más altas.
Por ello, en determinadas situaciones se produce la sensación de picor, escozor, aparecen las rojeces, etc. Factores como el clima, la contaminación, los productos con ingredientes químicos, etc, pueden desencadenar una reacción.
A qué llamamos pieles alérgicas
Las pieles alérgicas son las que producen una reacción en la que ya está implicado el sistema inmunitario. Aquí lo que ocurre es que la piel entra en contacto con una sustancia, lo que se conoce como“antígeno” y para contrarrestar su efecto la piel produce una reacción alérgica, y en concreto, inflamatoria. En las pieles alérgicas las reacciones se dan frente a sustancias bien toleradas por las mayorías de pieles.
A qué llamamos pieles atópicas
La piel atópica se caracteriza por tener una cantidad de lípidos baja, lo que hace que no se dé bien la función barrera de la piel. Uno de los síntomas más característicos es el del picor intermitente, lo que hace que acabemos dañando la piel y facilitemos que entren agentes irritantes dentro de la dermis.
Para cuidar este tipo de pieles, ya sean las más sensibles, atópicas o alérgicas, es conveniente recurrir al uso de productos realizados a base de ingredientes naturales y no químicos como los que puedes encontrar en iunatural. El mejor cuidado para tu piel, sea del tipo que sea.
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