Existe una gran controversia sobre si los sulfatos acaban acentuando un cuadro de piel atópica o si esto es solo un mito.
A continuación intentamos desgranar todos los detalles al respecto. Pues bien, para aquellos que no lo sepan los sulfatos son las sustancias encargadas de la acción limpiadora que tienen los productos de higiene y que si lo que tienen es una versión sintética pueden acabar dañando la barrera protectora de la piel.
¿Por qué pueden tener consecuencias negativas los sulfatos sobre la piel?
Aplicar sustancias que puedan tener un efecto abrasivo sobre piel y cabello puede tener consecuencias como la dermatitis, los eczemas y la piel atópica. De este modo, si se aplica de manera continua productos que cuentan con sulfatos la dermis se irá secando e irá dañando el manto hidrolipídico que tiene, dejándola sin defensas.
Evitarlo resulta sencillo si se mira la composición de los productos, ya que muchos están perfectamente adaptados para su uso cosmético y en este sentido los mejores son los que usan componentes naturales; los llamados sulfatos naturales.
Un buen ejemplo de sulfatos que no son nocivos para la piel son aquellos que derivan de productos como el coco, sin ir más lejos. De este modo se da lugar a productos con composición natural y que generan una gran cantidad de espuma, por lo que también cumplen su función limpiadora sin dañar la hidratación, más bien todo lo contrario al ser suaves al contacto con la dermis.
En definitiva, lo recomendable para no dañar la barrera protectora de la piel es apostar por productos con composición natural y que, por tanto, tendrán también sulfatos naturales que preservarán en todo momento la dermis.