¿Por qué tu piel merece este gel de ducha natural?

La fórmula de este gel de baño combina ingredientes botánicos cuidadosamente seleccionados que trabajan en armonía. La lavanda y la camomila no solo aportan ese aroma que tanto te relaja, sino que también equilibran y suavizan tu piel de manera natural.

Pero hay más... Este gel incorpora Vitamina E (un antioxidante natural que protege tu piel) y Provitamina B5 (que la nutre en profundidad). ¿El resultado? Una piel suave, hidratada y con una sensación de confort que notarás desde la primera aplicación.

Y lo mejor es que está formulado con surfactantes vegetales suaves, por lo que limpia sin agredir. Nada de esa sensación de tirantez o sequedad después de la ducha. Solo piel mimada y cuidada.

Ingredientes que hablan por sí solos

Este gel de ducha natural está enriquecido con aceites ecológicos certificados como el aceite de soja, aceite de oliva y aceite de albaricoque. También incluye aloe vera, caléndula y extractos de lavanda francesa que le dan ese toque auténtico y relajante.

¿Te preocupa qué llevan tus productos de higiene? Tranquila, este gel está formulado sin parabenos, sin sulfatos (SLS), sin derivados del petróleo ni ftalatos. Es cosmética limpia y consciente, perfecta para pieles sensibles o para quienes simplemente prefieren cuidarse con lo mejor de la naturaleza.

Formato generoso para disfrutar más tiempo

Con su formato de 887ml (30 fl oz), este gel de ducha te durará mucho más que los geles convencionales. Es práctico, económico y perfecto si buscas un producto que realmente rinda. Además, el dosificador facilita la aplicación... porque a veces, las cosas sencillas son las que mejor funcionan.

Ideal para todo tipo de pieles

¿Tienes la piel seca y necesitas hidratación extra? ¿O simplemente buscas un gel suave que respete tu piel sensible? Este gel corporal de lavanda se adapta perfectamente a diferentes necesidades. Su fórmula equilibrada limpia sin resecar y aporta nutrientes esenciales que tu piel agradecerá día tras día.

Es apto incluso para uso facial en pieles que toleran bien los productos corporales, aunque siempre recomendamos hacer una pequeña prueba primero.

Una experiencia aromática que conecta con la naturaleza

El aroma de la lavanda es conocido desde hace siglos por sus propiedades calmantes. No es casualidad que se utilice en aromaterapia para reducir el estrés y promover la relajación. Al incorporar este gel en tu rutina diaria, no solo cuidas tu piel... también te regalas un momento de paz mental.

La mezcla de lavanda con camomila crea una sinergia perfecta que equilibra, suaviza y deja un sutil perfume natural en tu piel. Nada artificial, nada abrumador. Solo el toque justo para sentirte bien.

Compromiso con el planeta y los animales

Jason es una marca comprometida con el medio ambiente y el bienestar animal. Este gel de ducha es vegano, cruelty-free (certificado Leaping Bunny) y su botella está fabricada con materiales 100% reciclados. Porque cuidar de ti también significa cuidar del mundo que nos rodea.

Modo de empleo sencillo y efectivo

Aplicar este gel es muy fácil. Simplemente humedece tu piel durante la ducha o el baño, aplica una pequeña cantidad del gel sobre tu cuerpo y masajea suavemente hasta crear una espuma ligera y cremosa. Luego enjuaga con agua tibia y... ¡listo! Tu piel quedará limpia, suave y delicadamente perfumada.

Un consejo: si quieres potenciar el efecto relajante, tómate tu tiempo. Deja que el agua tibia y el aroma de lavanda hagan su magia mientras masajeas tu piel con movimientos circulares. Convertir tu ducha en un pequeño spa casero está en tus manos.

¿Para quién es este gel?

Este gel de ducha es perfecto para ti si:

• Buscas productos naturales y respetuosos con tu piel
• Te encanta el aroma relajante de la lavanda
• Quieres un gel que limpie e hidrate a la vez
• Prefieres formatos grandes y prácticos
• Valoras las marcas éticas y sostenibles
• Tienes piel seca o sensible que necesita cuidado extra

También es ideal como regalo para esa persona especial que merece mimarse un poco más cada día.

Modo de Empleo

Aplicar sobre la piel húmeda durante la ducha o el baño.

Masajear suavemente formando una espuma cremosa y enjuagar con abundante agua tibia.

Para uso externo. Evitar el contacto directo con los ojos. Si aparece irritación, suspender su uso.