Detalle

Este fluido no se queda solo en aceites esenciales. Incorpora una sinergia de hidrolatos bio de árbol del té, hamamelis y pepino que trabajan como un equipo perfectamente coordinado para limpiar, astringir y calmar tu piel al mismo tiempo. El hamamelis aporta su acción antiséptica y antiinflamatoria, ideal para regular la secreción sebácea, mientras el pepino refresca, revitaliza y mantiene la piel libre de toxinas.

¿Y ese efecto matificante que dura 8 horas? Gracias al complejo de polvos vegetales de avena y arrurruz, que absorben el exceso de brillo de forma natural y progresiva, sin resecar ni alterar el equilibrio de tu piel.

Cuando tu piel mixta encuentra su punto medio perfecto
Las pieles mixtas y grasas tienen necesidades muy específicas: necesitan hidratación (sí, aunque brillen), pero rechazan texturas pesadas que las ahoguen. Necesitan purificación, pero sin agresiones que las desequilibren aún más.

Este fluido reequilibrante lo entiende perfectamente. Su fórmula oil-free se absorbe al instante, dejando la piel suave, tersa y con un acabado mate natural. No obstruye los poros, no provoca comedones y, lo más importante, ayuda a que tu piel recupere su equilibrio natural.

Las imperfecciones se reducen visiblemente, los poros dilatados se ven más refinados, y esa sensación de rostro fresco y limpio se mantiene desde la mañana hasta la noche.

Compromiso real con tu piel y el planeta
Elegir cosmética bio certificada no es solo una tendencia; es una decisión consciente. Florame forma parte de esas marcas que respetan tanto tu piel como el medio ambiente, con certificaciones que garantizan ingredientes naturales, procedentes de agricultura ecológica, sin parabenos, sin siliconas, sin aceites minerales derivados del petróleo.

Cada aplicación es un gesto de cuidado auténtico: probado bajo control dermatológico, apto para pieles sensibles, y formulado con el 95% de ingredientes de origen natural.

Piel transformada, visible desde el primer uso
Aplicar este fluido es un ritual sensorial. Su textura ligera se desliza sobre la piel como una caricia fresca, sin dejar película grasa ni sensación pegajosa. En segundos se absorbe, y lo notas: tu piel respira, se siente confortable, equilibrada.

Mañana y noche, después de la limpieza facial, unas gotas bastan para cubrir rostro y cuello. Puedes usarlo solo o como base perfecta antes del maquillaje, creando ese lienzo suave y mate que tanto buscas.

Y con el paso de los días, la transformación se hace evidente: la piel luce más limpia, más lisa, más uniforme. Los brillos dejan de ser protagonistas, las imperfecciones se difuminan y ese equilibrio tan deseado se convierte en tu nueva realidad.

Modo de Empleo

Por la mañana y por la noche:

Limpia tu rostro con un limpiador suave adecuado para piel mixta o grasa

Aplica tu tónico facial habitual para equilibrar el pH

Con la piel aún ligeramente húmeda, dispensa una pequeña cantidad del fluido en las yemas de los dedos

Distribuye con movimientos suaves y ascendentes sobre rostro y cuello, insistiendo en la zona T si es necesario

Deja que se absorba completamente antes de aplicar protector solar (por la mañana) o tratamiento nocturno

Puede usarse como base de maquillaje para un acabado mate duradero

Consejo profesional: En pieles muy mixtas, puedes aplicar una capa extra solo en la zona T para un control de brillos aún más intenso.